
Decir que el Tarwi es antiguo es quedarse corto, pues existen registros de semillas de esta legumbre que han sido encontradas en sepulturas de civilizaciones famosas por su historia como la Nasca.
Historia del tarwi
Esto quiere decir que esta legumbre ya era sembrada en el 500 a 100 años A.C. Pero no conforme con esto, también existen pinturas donde se aprecia a la planta, en civilizaciones que habitaban el mundo en el 1000 A.C. ¿No es impresionante?
Expertos en el tema recalcan que el tarwi en estas civilizaciones jugaba un papel importante en la alimentación, siendo clave para la estabilidad alimenticia.
Sin embargo, esta legumbre destacó aún más en la época incaica, periodo en el cual se usaba para acompañar la carne.
Su primer registro en tiempos coloniales proviene del año 1539, en una carta enviada el rey de España de ese momento, donde se describía la posibilidad de que los impuestos a los indígenas se les pagara con el tarwi.
Consecuente con esto, este tipo de grano fue desapareciendo; sin embargo siguió siendo cultivado por tribus indígenas, lo que le permitió sobrevivir hasta la actualidad.
Características y propiedades
El grano conocido como tarwi pertenece a una parte importante de la gastronomía peruana, así como también lo es culturalmente para otros países cercanos como Bolivia, Ecuador y Chile.
En el tema culinario, los peruanos suelen prepararlo como especie de caldo o también lo usan en forma de ingrediente para preparar guisos, salsas, postres, jugos y ceviche.
Además de esto, es rico en Vitamina B12 y posee nutrientes y minerales como hierro, calcio, magnesio, zinc y potasio, gracias a sus propiedades, este grano ayuda a combatir el estrés, ayuda a relajar el cuerpo, ayuda a mantener y fortalecer huesos y dientes, así como también es preparado para bajar la fiebre y curar el dolor de cabeza.