El agricultor medio vive en dos o tres hectáreas, a horas de distancia de las comodidades de la electricidad y el agua corriente.
Las exportaciones de café de Perú representan el dos por ciento de la economía nacional y del suministro mundial de café. Perú se está labrando rápidamente una reputación mundial por producir granos de Arábica de alta calidad cultivados tradicionalmente a la sombra.
Desde el agro hasta la mesa
Las tierras de los caficultores peruanos son pequeñas, y la operación de micro-molienda típica del país es aún más pequeña.
De mayo a septiembre, los agricultores recogen las cerezas maduras y las llevan a las despulpadoras manuales y a los tanques de fermentación de madera. Esta tradición de micro molienda ha protegido los recursos hídricos de Perú de los efectos devastadores de las fábricas de pulpa que contaminan los ríos.
Después de procesar el café, la mayoría de los agricultores llevan sus granos a pie o en mula hasta el pueblo más cercano, un viaje que puede durar entre treinta minutos y ocho horas.
La actualidad
Durante la última década, las cooperativas de pequeños agricultores de Perú consolidaron sus movimientos y proporcionaron una oportunidad más organizada y gratificante a decenas de miles de pequeños agricultores que antes estaban sometidos a las prácticas comerciales explotadoras explicadas anteriormente.
Se calcula que entre el 15 y el 25 por ciento de los más de 100.000 pequeños agricultores de Perú pertenecen ahora a organizaciones cooperativas.
Estas cooperativas se han vinculado con redes internacionales de comercio justo y orgánico para estimular su crecimiento. Una agricultora comparte sus reflexiones: "Antes no había formaciones. Pero ahora nos hablan de los roles de los hombres y las mujeres. Aprendes a valorarte. Aprendes a participar".