Los orígenes de esta cocina son tan lejanos y ricos que se hace fácil comprender por qué hay tanta variedad y sabor.
Una mezcla de mezclas
La gastronomía peruana es el resultado de la fusión de la tradición culinaria proveniente del viejo continente, en particular de España, que a su vez está muy influenciada por la cultura árabe, dada la presencia de los árabes en la península ibérica. Importantes aportes en términos de "contaminación" también provienen de la costa occidental de África, que llegó al Perú durante la época de la trata de esclavos.
A todo esto se han sumado, a lo largo de los siglos, las influencias de los cocineros franceses que huían de los cambios provocados por la revolución republicana y las ideas traídas por inmigrantes cantoneses, italianos y japoneses, que afluyeron al Perú a partir de la segunda mitad del siglo XIX.
Los ingredientes locales en la base de la cocina peruana se mezclan así con elementos de todo el mundo.
Lo que podemos considerar los pilares en la base de la cocina peruana son tres: la papa, de las cuales hay 4500 variedades en el Perú, el maíz y el ají chili. Además de estos encontramos quinua, kiwicha y maca.
La migración
El contacto con inmigrantes cantoneses a mediados del siglo XIX introdujo el uso del arroz, que ahora es el alimento básico de casi todos los platos peruanos.
En cuanto a frutas, el Perú tiene una variedad decente: maracuyá, aguacate, lúcuma, chirimoya, mango, plátano, piña y uvas.
Lo mismo ocurre con las verduras: en Perú podemos encontrar diferentes variedades de frijoles, lentejas, guisantes y brócoli. No olvidemos dos productos altamente representativos del país y presentes en muchas preparaciones, el cacao y el café.
El menú clásico peruano suele ofrecer un aperitivo y un plato principal que suele contener arroz como ingrediente básico, que se acompaña de verduras, carne o pescado.
